Después de la derrota de Tolima ante Nacional se venia rumorando la salida de Jorge Luis Bernal de la dirección técnica del Vinotinto y Oro. En la mañana de hoy Gabriel Camargo tomo la decisión de retirar al profe Bernal del banco Tolimense y poner al frente a Carlos Castro para realizar las prácticas del equipo como técnico encargado. Carlos Castro estará en Chile dirigiendo al equipo.
El profe Bernal no viajará a territorio austral, por su parte a las 2:00 p.m. el Club partirá rumbo a Santiago de Chile para enfrentar a la U. Católica por Copa Sudamericana.
Una decisión lamentable ya que el grupo de jugadores al inicio de la Liga Postobon II no ha respondido a las expectativas de la hinchada dejando como damnificado de esta situación al profe Bernal que en nuestro concepto no tiene la culpa del mal rendimiento de jugadores como Bolívar, Vallejo, Hurtado y Banquero entre otros. Jorge Luis Bernal siempre ha sido trabajador, honesto y leal a los colores de la Tierra Firme y no es la primera vez que Camargo hace lo que quiere con este icono de nuestro balón pie.
Seguro muchos no están de acuerdo con la salida de Bernal y la continuidad de algunos jugadores que no están sudando la camiseta, pero existe una realidad palpable en el entorno del equipo que pasa por toda la hinchada en general, a estas alturas de la historia del Tolima sigue siendo esquivo el título y la remodelación del estadio Manuel Murillo Toro sigue en veremos. Por ello si la gente de Ibagué no va al estadio, no apoya al equipo, no se hace sentir como un pueblo que tiene peso deberemos seguir soportando este tipo de decisiones injustas como la salida de Jorge Luis Bernal y el no ser tenidos en cuenta como un Club serio con un estadio donde la iluminación, el gramado y los alrededores se encuentran en malas condiciones.
Hasta que no tomemos el sarten por el mango de nuestra identidad Tolimense yendo al estadio en las buenas y en las malas y exigiendo su remodelación, deberemos seguir aguantando que Camargo y el Alcalde sigan tomando decisiones sin tener en cuenta a la gente. Por ello pongámonos a pensar si la culpa es de las grandes cabezas que dirigen los intereses del equipo y la ciudad o de los que se hacen llamar hinchas solo para críticar y para aparecerse cuando el equipo va bien, esta misma gente no respalda la fidelidad de los aproximadamente 3.000 hinchas de la Revolución, de Oriental, de Occidental y la tribuna familiar que nunca abandonan al equipo. Pongámonos las pilas y exijamos lo queremos con hechos sencillos como ir al estadio y pedirle cuentas al gobierno local por un estadio que cumpla todas las condiciones FIFA y no esperando a que decidan por nosotros.
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